viernes, 28 de diciembre de 2007

ALFONSO

Un domingo de diciembre, hace 29 años, nació de ti y de Cati un pequeño bebé feo y arrugado ... dicen que la emoción cubrió todos los poros de tu piel y ese día depositaste en el bebé todo tu amor, tus sueños, tus esperanzas. Decidisteis llamarle Eva.

No siempre alcancé tus objetivos, ni siempre fui quien tú te imaginaste que sería, aunque esas pequeñas cosas fueron lo de menos ... porque siempre fui el fruto de tu amor, la persona humana que tú sabías que era, el ser cariñoso que llenaba tu corazón con su mirada y que recibía toda la fuerza y la pasión de la tuya.

Ahora que sé que no conozco nada de mí, ahora sé que ni siquiera sé eso, ahora que me escucho y me aprecio, que quiero aprender de mi y de los demás, que me esfuerzo por aceptar los consejos y tomarlos con cariño, ahora estoy preparada para hacer algo por ti, disfrutar de mi vida, de cada momento que paso, atraer lo bueno y aprender de lo malo ... te acuerdas cuando decías “yo soy feliz en mi casa mirando los olivos con mi familia y una cerveza...”


Papa, tantos maestros budistas, tantísima gente meditando horas y horas para encontrar la iluminación y tú, querido Alfonso, con una guitarra y un paisaje no necesitabas nada más, tantas enseñanzas que se han quedado en mi piel ... quiero que sepas que valoro tanto lo que me has dado y que respeto tu decisión de marcharte, es posible que fuese el momento de tu vida en el que más libre fuiste, en ese momento eras tú y alguien no quiso que yo estuviese allí ... fuiste tú o fui yo, fue el Universo? Sea lo que sea te siento en mi, cada día, en cada momento, y te siento feliz y siento que descansas en paz ... TE QUIERO